Esta es la mano de un médico después de quitar su traje de precaución y guantes estériles luego de 10 horas de servicio.
¿Aún piensas que si no te sientas en «el cafecito» están cortando tu libertad?
Piensen que todo el personal de salud termina con sus manos así, su cuerpo con dolor y la angustia en su interior de pensar en un contagio que los alejaría de sus familias.